Con JIM se ve otra cosa
No hace falta ser un lince para darse cuenta que JIM le ha cambiado la cara, o la suerte, al Real Zaragoza. Los números son incuestionables y lo que antes eran casi todo derrotas ahora se han transformado en victorias o empates.
Solo queda esperar que la situación se mantenga y los buenos resultados se consoliden. Pasamos del blanco al negro y del negro al blanco demasiado deprisa y hay que mantener el ritmo ascendente, que no es fácil.